Tendinopatía del Manguito Rotador y Epicondilitis – Tratamiento con Factores de Crecimiento Plaquetario

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Testimonio de Esteban Daniel Roldán, maratonista en silla de ruedas.
En 1995 sufrió un accidente que inmovilizó sus piernas. Sin embargo, se sobrepuso a la adversidad y se convirtió en un atleta reconocido en competencias para personas con capacidades diferentes. Fue diagnosticado de tendinopatía del manguito rotador y epicondilitis que puso en riesgo su continuidad en el deporte y le generó molestias en su vida cotidiana. Se sometió al tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas.

Hacé click en el reproductor para escuchar la historia de Esteban narrada en primera persona.

Tendinopatía del Manguito Rotador y Epicondilitis:

Testimonio de Esteban Daniel Roldán, maratonista en silla de ruedas.

El dolor se me fue y pude seguir compitiendo y trabajando.

“Esteban Roldán, entrenado para competir.”

En 1995 sufrió un accidente que inmovilizó sus piernas. Sin embargo, se sobrepuso a la adversidad y se convirtió en un atleta reconocido en competencias para personas con capacidades diferentes. Fue diagnosticado de tendinopatía del manguito rotador y epicondilitis que puso en riesgo su continuidad en el deporte y le generó molestias en su vida cotidiana. Se sometió al tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) bajo guia ecográfica con resultados beneficiosos. “Creo que es una alternativa recomendable”, afirmó.

Hasta el año 1995 la vida de Esteban Daniel Roldán seguía un curso más o menos normal. Pero ese día, cuando tenía 33 años, un hecho trágico modificó su existencia para siempre: un accidente de auto en la provincia de Córdoba le provocó lesiones severas en su médula, dando lugar a la imnovilidad completa de sus miembros inferiores. Ahí la historia cambió completamente para él, pero pese a la mala carta que le deparó el destino no se resignó. Y el suyo es un ejemplo de vida.

Tras el accidente, Esteban pasó dos años muy duros entre cirugias y rehabilitación, hasta que logró independizarce y vivir la vida en silla de ruedas. “Nada difícil para mí, algo que el destino me marcó y yo acepté”, dice hoy. Luego consiguió trabajo y se planteó un nuevo horizonte: realizar algún deporte más allá de su limitación física.

“Esteban Roldán, compitiendo profesionalmente.”

Intentó con el básquet pero se dio cuenta que no era lo suyo, hasta que se encontró con el atletismo casi por casualidad, mirando una revista. “Fabriqué una silla con la ayuda de unos amigos y empecé con esto del atletismo, unos cinco años después del accidente”, cuenta.

Así comenzó a entrenar y a participar en diferentes competencias, siempre acompañado por su esposa, su sostén en lo momentos más dificiles. “Fuimos conociendo a mucha gente en silla de ruedas. Eso me fue incentivando y ayudando. Empecé a andar bien y seguimos con más exigencia. Por suerte, tuve el honor de tener buen espíritu de lucha y siempre pude estar en el podio y eso me llenaba de satisfacción”, recuerda. No sólo compitió en el país, también viajó a Uruguay, Brasil y México.

Todo eso lo hacía con la silla que había construido junto a sus amigos. Luego, gracias al apoyo de la comunidad de Tostado (el lugar donde reside) que colaboró con las rifas y beneficios que hizo, pudo adquirir sillas mejores, incluso una importada, y eso le permitió lograr más profesionalismo. “Así, el entrenamiento comenzó a ser igual que el de los demás atletas. Nosotros entrenamos de igual manera, sólo que lo que ellos hacen con las piernas nosotros lo hacemos con los brazos, propulsando las ruedas”. Hoy hoy entrena de lunes a sábado, con distintas distancias y estrategias, y lo hace sobre la ruta.

Pero el tesón de este hombre no se limita a su actividad deportiva, sino que también posee un costado emprendedor que lo llevó a construir él mismo y en su propia ciudad sillas de rueda especialmente adaptadas para competir. “Yo veía que el sacrificio que tuve que hacer para comprar la silla de Estados Unidos. Entonces pensé: ¿Por qué no podíamos tener una fábrica de sillas de ruedas para competir en nuestro país?”. Con mucho sacrificio adquirió la maquinaria, estudió, aprendió soldadura y diseño y logró construir la silla con la que corre actualmente. Y ahora las arma a pedido a los que la necesiten, a la mitad de precio que en el exterior.

 

Lesión:

Debido al sobreuso repetitivo de sus brazos, necesario para poder realizar su exigente rutina de ejercicios diarios, Esteban se vio expuesto tiempo atrás a un inconveniente en su hombro izquierdo y codo derecho que estuvo a punto de alejarlo de las competencias. “Un día fue a correr una maratón en Mar del Plata, muy exigente, con mucho viento. En una trepada en esa maratón sentí un tirón muy profundo en el hombro izquierdo y tuve que abandonar. Creo que fue la única maratón que abandoné en mi vida. Me dolió muchísimo pero tuve la fortaleza de pensar que si seguía me destruía más y no iba poder seguir en el atletismo”.

Producto de la lesión debió parar por dos meses su ejercitactión. “No me podía recuperar. Fui a traumatólogos y kinesiólogos, pero nunca dábamos en la tecla y yo el dolor no lo podía superar. Ya me había resignado y pensaba en dejar porque no podía mover el hombro izquierdo. Y si seguía así no iba a poder trabajar en el taller ni arrastrar mi silla normal para andar”, cuenta. Y recuerda que había noches en que no podía descansar por el dolor. “Tenía que estar tomando calmantes que ya no me hacían nada”, explica.

Tratamiento:

“Hemos tratado diferentes patologias deportivas con factores de crecimiento plaquetario (PRP) y los resultados son satisfactorios” nos cuenta el Dr Ignacio Dallo, pionero y referente internacional en Terapias biológicas para lesiones ortopedicas y deportivas.

Acostumbrado a no dejarse vencer por la adversidad, buscó y rebuscó hasta que encontró en Internet la referencia del Dr. Ignacio Dallo. Y decidió hacer la consulta. El diagnóstico realizado fue una tendinopatía del manguito rotador (un conjunto de músculos y tendones que son claves para la estabilidad del hombro) y una epicondilitis (una lesión frecuente del codo, que también es conocida como “codo del tenista”). Frente a este escenario, se sometió a un tratamiento basado en factores de crecimiento derivado de las Plaquetas, bajo guía ecográfica.

“Lo hicimos en el día, lo cual me sorprendió mucho. Tuve dolor unicamente por los pinchazos y nada más. Descansé muy bien a la noche, me tomé un calmante y con el pasar de los dias y una buena rehabilitación fue desapareciendo el dolor. Poder andar sin molestia era todo un logro”, explica. Para evitar riesgo se mantuvo sin realizar actividad física durante poco más de una semana y luego empezó a ejercitarse poco a poco, bajo la supervisión del Dr. Dallo. “Hice como me dijo y gracias a Dios al día de la fecha no tengo ni un problema. A mí me dio resultado. Creo que es una alternativa recomendable”. Hoy Esteban continúa a pleno con su actividad deportiva, mantiene en pie su emprendimiento y, fiel a su estilo, ya se fijó un objetivo nuevo: poder competir en Nueva York.

A continuación les dejamos unos videos del entrenamiento de Esteban luego de su recuperación:

 

 

 

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