Terapias autólogas: de la “vieja carpintería” a la autotransfusión

  1. Inicio
  2. Prensa
  3. Terapias autólogas: de la “vieja carpintería” a la autotransfusión

Artrosis, desgarros o tendinitis crónicas también pueden tratarse mediante estas prácticas diferentes a las convencionales, aunque seguras. “Tenemos la cura para muchas patologías dentro del propio cuerpo”, dice el traumatólogo Ignacio Dallo, especializado en la materia. Una alternativa a los tratamientos tradicionales.

Artículo publicado en ElLitoral.com

Autor: Ignacio Andreychuk

Artrosis, desgarros o tendinitis crónicas también pueden tratarse mediante estas prácticas diferentes a las convencionales, aunque seguras. “Tenemos la cura para muchas patologías dentro del propio cuerpo”, dice el traumatólogo Ignacio Dallo, especializado en la materia. Una alternativa a los tratamientos tradicionales.

Avances. El especialista estuvo recientemente en EE.UU. en una capacitación referida al tema y el próximo mes será expositor en un congreso internacional organizado por la Asociación Argentina de Artroscopía, junto con la Academia Americana y Europea. Foto: Flavio Raina

Los conceptos de regeneración celular, bioestimulación o terapias autólogas parecieran técnicamente difíciles de comprender. La palabra autotransfusión lleva a un paciente a abrir los ojos, hacer una pausa y preguntar de qué se trata o si será complicado, doloroso, costoso. Pero son pasos simples para tratar patologías tradicionalmente comunes entre las personas, sin tener que pasar por el quirófano.

El proceso de las terapias autólogas o la bioestimulación consiste en extraer sangre del paciente, centrifugarla y, por decantación, los glóbulos rojos quedan abajo (por ser los más pesados), le siguen los glóbulos blancos y lo más liviano es la plaqueta y el plasma. Al separarlos, se obtiene un concentrado rico en plaquetas; éstas se rompen al ingresar al cuerpo y liberan las proteínas. Así nace la práctica del PRP (plasma rico en plaquetas). En definitiva, es un tratamiento a base de células del propio paciente, las cuales transportan en el interior una serie de hormonas y proteínas necesarias para cicatrizar, desinflamar y regenerar un tejido.

“Las plaquetas tienen en su interior más de 200 tipos diferentes de proteínas. Al concentrarlas y elevarlas cinco o seis veces el valor normal, esas proteínas desencadenan un montón de señales intercelulares estimulando la nueva formación de hueso, de tejido conectivo, de colágeno, la formación de nuevos vasos sanguíneos que lleven mayor cantidad de nutrientes y oxígeno hacia ese tejido dañado. También atacan la inflamación, inhibiendo los efectos secundarios, entre otros beneficios que genera la liberación de esas proteínas”, comentó a El Litoral el doctor Ignacio Dallo, traumatólogo especializado en medicina del deporte, quien junto a un equipo de profesionales del Sanatorio Garay realiza hace más de un año esta técnica con “resultados muy favorables”.

La situación en el país y la ciudad

Se utiliza cada vez más en la Argentina y sobre todo en Buenos Aires, inclusive en las cirugías plásticas “porque da muy buenos resultados. Los traumatólogos también lo utilizan mucho allí, en Rosario y Córdoba, principalmente”, precisó Dallo. En Santa Fe, el equipo del Sanatorio Garay tiene montada en el primer piso la estructura para realizar el tratamiento integral que demanda esta práctica.

“Además, para manipular la sangre existen leyes —Ley 22.990— y se le debe dar un tratamiento especializado. Nosotros contamos con un hematólogo —Dr. Adrián Monti— que se encarga de esa área de la mejor manera y sin riesgos para el paciente”, ponderó el traumatólogo local, miembro certificado de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología, quien tiene un posgrado en Medicina y Ciencias del Deporte.

Aseguró, asimismo, que los pacientes tienen “la cura de muchas patologías dentro del propio cuerpo. Hay que saber emplearla y aplicarla del modo correcto”.

— ¿Cómo se involucró con las terapias autólogas?

— Hice la residencia en Rosario, con un referente en artroscopía y traumatología del deporte, el Dr. José Luis Aparicio. Él regresaba de sus viajes a EE.UU. y comentaba lo último en la medicina deportiva. Allí entendí que la reparación del cartílago era el futuro y comencé a investigar. Fue hace diez años. Había un movimiento fuerte por ese entonces que anticipaba el final de la colocación de las prótesis, porque la única solución para la artrosis era colocar una prótesis, con lo cual empezaron a estudiarse opciones biológicas como las células madre, los factores de crecimiento o proteínas plaquetarias y la terapia genética. Leí las revistas especializadas y los diferentes artículos que me iban dando la pauta de que hacia allí quería apuntar. Me parecía que a la cirugía había que agregarle un gesto biológico. Nosotros somos ‘carpinteros’ de alguna forma: rompemos, quebramos, clavamos, atamos… Y yo pensaba que eso que estábamos operando era un tejido vivo, no un tejido muerto que debemos clavar o atar sino que tiene una célula originándose. Debía existir una solución biológica además de la mecánica.

— ¿Qué resultados obtuvo?

— Hace un año que aplico la técnica y con resultados muy favorables, aunque ya en la época de la residencia, en 2006, presenté un trabajo en el Congreso Argentino de Ortopedia y Traumatología con la utilización de factores de crecimiento plaquetarios para las fracturas que no consolidaban con muy buenos resultados. Lo utilizo mucho en artrosis, en desgarros musculares o tendinosos y tendinitis crónicas. No hay una limitación por la edad ni por el físico. Cualquiera que presente esas patologías, puede ser intervenido. No sólo se aplica en deportistas, sino en personas que generaron una tendinitis por su trabajo, por ejemplo. Son nuevas tendencias en una rama de la medicina que afecta cotidianamente a oficinistas, amas de casa, panaderos, repositores (sólo por mencionar algunos trabajos) y, sobre todo, a personas deportivamente activas, sean profesionales o no.

“Veo de todo en mi consultorio”, aportó Ignacio Dallo, y describió el tratamiento como seguro, que no produce daño colateral, de muy sencilla aplicación y que no requiere anestesia ni internación, ya que “a los dos días, las personas continúan su vida normal, porque en definitiva es una autotransfusión”.

Beneficios

Hasta el momento, los más estudiados son desinflamar, calmar el dolor y estimular la formación de tejido de matriz extracelular, que serían el colágeno, en el caso de los tendones y el cartílago.

Lucha de intereses

Según el Dr. Dallo, “estas prácticas atentan contra varios intereses, ya que en el mundo se colocan millones de prótesis, lo que se traduce en millones de dólares. Las terapias autólogas, con el tiempo, disminuirán el mercado de prótesis y de fármacos”.

El dato

El traumatólogo Ignacio Dallo también realiza las terapias convencionales (artroscopía, cirugía, etc.), incluso en otras ciudades de la región, “pero esto significa una opción para algunos pacientes que presentan determinadas patologías y, luego de realizarles los estudios correspondientes, se les sugiere hacer PRP. Es otra alternativa: soluciones biológicas para problemas biológicos”.

Fuente: Diario El Litorial

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Fill out this field
Fill out this field
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
You need to agree with the terms to proceed

Menú