Yoga: los beneficios de una disciplina milenaria

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Cuerpo, mente y espíritu. En estos tres planos impacta positivamente. Opiniones profesionales y consejos para practicarla sin riesgos.

Artículo publicado en UnoSantaFe.com.ar

Autor: Mariano Ruiz Clausen / mruiz@uno.com.ar

En 2014, las Naciones Unidas (ONU) proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga, dando un reconocimiento amplio a la disciplina. En ese momento el organismo declaró:

El yoga es una práctica física, mental y espiritual de tradición antigua y que se originó en la India. La palabra «yoga» proviene del sánscrito y significa «unidad», porque simboliza la unión del cuerpo y la mente. Este día quiere concientizar a la población de los beneficios de esta práctica.

Fue el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien destacó su importancia: “El yoga ofrece un medio sencillo, accesible e incluyente para promover la salud y el bienestar físicos y espirituales. Promueve el respeto por los demás seres humanos y el planeta que compartimos. Y el yoga no discrimina, en diversos grados todas las personas pueden practicarlo, independientemente de su fuerza, edad o capacidades relativas”.

Como en el resto del mundo, en Santa Fe muchas personas practican yoga. Y son cada vez más los profesionales de la salud que la recomiendan a sus pacientes. Por eso Diario UNO habló con Inca Fernández Long, presidenta de la Asociación Santafesina de Yoga; con Ignacio Dallo, especialista en Ortopedia, Traumatología y Medicina del Deporte, y con Oscar Mastandrea, profesor de Educación Física. Ellos explicaron los beneficios de la práctica y brindaron recomendaciones para realizarla de manera segura.Inicialmente, consultada Fernández Long sobre las condiciones, competencias y conocimientos básicos que se deben reunir para dar clases de yoga dijo que todos los instructores deben hacer, mínimamente, un curso de un año de formación en el marco formal de la Federación Argentina de Yoga (Fady).

Luego de esa formación intensiva, el exámen y entrega de diplomas habilitantes es tomado y entregado por la presidenta de la Fady, quien viaja a Rosario desde Buenos Aires.“La Federación Argentina de Yoga es la institución decana en el país y la única reconocida nacional e internacionalmente, ya que integra la Federación Internacional de Yoga; también del Comité Olímpico Argentino y de la Confederación Argentina de Deportes, siendo por esta razón la entidad dirigente y la federación nacional reconocida por la Secretaría de Deportes de Presidencia de la Nación (ya que el yoga deportivo es una de las variantes)”, explicó.Y agregó: “Quien cursa el profesorado de yoga, luego puede realizar el Máster en Yoga o Yogacharya (significa “maestro de yoga”).

Una vez finalizado el curso, los estudiantes reciben un certificado de graduación y un diploma de la Federación Internacional de Yoga y de la Federación Argentina de Yoga, los cuales son válidos mundialmente”.

—Hay muchas variantes de yoga, ¿cuál enseñan ustedes?

—Nosotros formamos en el yoga integral y abordamos todas las orientaciones de la disciplina. En el curso se ve la totalidad de los métodos, técnicas y estilos del yoga, de las diferentes escuelas. Esto lo hace único, pues en la mayoría de los cursos se dicta un solo método y un solo estilo que pertenece a una sola escuela, lo que impide abarcar la totalidad del Yoga Vidya o “Ciencia del Yoga”.

—¿Qué conocimientos se brindan sobre el cuerpo humano para que los instructores no indiquen a los alumnos un ejercicio que pueda dañar su salud?

—En el curso se enseñan –además de los métodos, prácticas, técnicas y teorías de la disciplina–, psicología, anatofisiología, pedagogía, meditación, filosofía del yoga e introducción al Sánscrito. Los alumnos reciben una completa instrucción en los aspectos fisiológicos y anatómicos del cuerpo humano. Y cada profesor le exige a sus alumnos un certificado médico antes de iniciarse. Tenemos especialmente en cuenta si la persona tiene problemas en la columna o en las articulaciones. Por eso pedimos certificados.Tres dimensiones del ser

—¿Cuál es el objetivo de la disciplina y qué aporta a las personas?

—Busca integrar el plano físico, mental y espiritual, a través de la práctica de todas las técnicas de yoga. La meditación, la relajación y la respiración, son las técnicas que tienen en común todos los tipos de yoga y ayudan de manera inmediata a calmar la ansiedad y el estrés. Para nosotros, las contracturas musculares son las emociones que quedan alojadas en el cuerpo. A través de movimientos físicos en las posturas de yoga (o asanas), esas contracturas se van disipando y así se va desbloqueando el espíritu, liberando las emociones, conectándonos con lo que sentimos, aprendiendo a conocernos y amarnos a nosotros mismos, y así poder amar a los demás seres del universo. La meditación nos enseña a ser más tolerantes con nosotros mismos y con los demás, a través de técnicas que nos enseñan a calmar la mente (los pensamientos); aprendemos a disfrutar el presente, el aquí y el ahora, a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida valorando que estamos vivos para disfrutarlas.

—¿Qué se logra con la respiración?

—Con la respiración podemos cambiar estados de ánimo y energías en el sentido que en que el swara yoga –el yoga de la respiración– nos enseña, ya sea para activarnos energéticamente como para calmarnos. La relajación nos enseña a descansar el cuerpo físicamente, a liberarnos de tensiones, ya que muchas personas duermen pero sin descansar, y la relajación guiada en yoga, nos lleva a un descanso profundo. Podemos aplicar estas técnicas, y todas las técnicas que aprendemos en una clase de yoga, en la vida cotidiana, en nuestro hogar y donde sea que estemos. Para todas las edades Inca Fernández Long finalmente sostuvo que todas las personas pueden practicar yoga, ya sea desde niños y en todas las condiciones físicas, aunque aplicando técnicas adecuadas a sus posibilidades y limitaciones. “En el caso de las embarazadas y los niños, en esta escuela aprendemos qué técnicas enseñarles para beneficiarlos y cuáles habría que evitar para no generar problemas. De hecho, en toda la formación en yoga de Fady se aprende esto, los beneficios y contraindicaciones de cada postura y de cada técnica de yoga que hay que tener en cuenta para brindar bienestar a cada ser, a cada tipo de persona”, dijo.

La ventajas, según la medicina

Para el especialista en Ortopedia, Traumatología y Medicina del Deporte, Ignacio Dallo, “un gran número de personas están recurriendo al yoga como fuente de ejercicio y relajación, así como para el alivio del dolores óseos , articulares y musculares”. “No obstante –advirtió– el yoga ofrece muchos beneficios para la salud, pero si se practica de forma incorrecta puede causar tensión muscular, rotura de ligamentos o lesiones más graves”. Dijo también que la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS) “cree que los beneficios del yoga básico son mayores que los posibles riesgos físicos, pero si se toma la precaución y se realizan los ejercicios con moderación, de acuerdo con el nivel de flexibilidad de cada individuo”. “Entre los beneficios están la mejora de la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad, así como una mayor sensación de bienestar. El yoga también puede tener efectos positivos frente a algunos problemas óseos y articulares, como el síndrome del túnel carpiano, codo de tenista, y la artritis, según algunos estudios”, enumeró Dallo. Consejos para evitar lesiones Para Dallo, si no se toman algunas medidas de prevención, la persona que practica esta disciplina milenaria puede sufrir daño muscular o una lesión relacionada, especialmente aquellas “con enfermedades o condiciones musculoesqueléticas preexistentes”. “Las lesiones comunes por el yoga incluyen esfuerzos repetitivos, estiramiento excesivo del cuello, hombros, columna vertebral, piernas y las rodillas”, explicó.

—Antes de comenzar a practicar esta disciplina, ¿qué debe hacer la persona?

—Si tiene alguna condición médica o lesiones, debe hablar con su médico para hacer los controles clínicos necesarios. Debe recurrir a un instructor de yoga calificado, preguntar acerca de su experiencia y credenciales. Y comentarle sobre cualquier enfermedad conocida o lesión antes de la clase para que se planteen modificaciones. La persona tiene que informarse sobre el tipo de yoga que está realizando. Hay diferentes formas, algunos más intensos que otros. Los principiantes deben comenzar lentamente y aprender los fundamentos primero –como la respiración– en lugar de tratar de estirar demasiado. Son recomendables los ejercicios de calentamiento previos porque los músculos fríos son vulnerables a las lesiones.

—Mujeres embarazadas y niños, ¿pueden practicar yoga?

—Existe un tipo de yoga más suave, con especial enfoque en la respiración, para embarazadas, y brinda muchos beneficios para ella porque disminuye la ansiedad durante el embarazo y para el bebé. También hay estudios que demuestran que el yoga en la edad escolar puede ayudar al manejo del estrés y el comportamiento. Conocimientos necesarios Para el profesor de Educación Física Oscar Mastandrea, “las personas deben cerciorarse de que los instructores se hayan formado en lugares serios y que conozcan de fisiología y anatomía humana”. Además, según el profesional, un médico debe indicarle qué posturas puede hacer y cuáles no, ya que los ejercicios comprometen la flexibilidad y las articulaciones. Y concluyó: “Lo ideal sería que un profesor de Educación Física se forme en yoga y sea el que dicte los cursos. Lo mismo sucede con Pilates. En mi opinión, Pilates debería ser dictada por un kinesiólogo o profesor de Educación Física que sepa lo suficiente sobre la biomecánica del músculo”.

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