El Litoral entrevista al Dr. Ignacio Dallo sobre su experiencia de investigación en el COI, en los Juegos de la Juventud

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El doctor Dallo le contó a El Litoral su valiosa experiencia en los Juegos de la Juventud, durante su estudio científico sobre una nueva técnica innovadora para el tratamiento de las lesiones de ligamento cruzado anterior.

Artículo original por Enrique Cruz, El Litoral

El doctor Ignacio Dallo es un santafesino al que le tocó vivir una experiencia muy particular: haber trabajado durante los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Buenos Aires, en una experiencia que, desde su lugar de médico especialista en ortopedia y traumatología y habiendo realizado un estudio científico sobre una nueva técnica innovadora para el tratamiento de las lesiones de ligamento cruzado anterior, tan comunes en el fútbol, por ejemplo, le sirvió de gran experiencia.

El doctor Dallo realizó aquél estudio científico junto al equipo de los doctores Mendelbaun y Cahla, en los Angeles, habiendo dado conferencias en Estados Unidos y Latinoamérica sobre este tipo de lesiones, lo cual lo ubica en un nivel de excepción.

En esta ocasión, vivió su experiencia en los Juegos Olímpicos trabajando en el equipo de investigación del COI, Comité Olímpico Internacional, que dirigen los doctores Engebretsen y Steffen.

“Fue una experiencia única y me sorprendieron la seriedad y rigurosidad con la que se manejan. A mí me tocó con una delegación de Africa. De las 206 delegaciones, la mitad no tenía médicos y mi misión era llevarle a cada encargado, que podía ser un médico o un profe, una planilla que se dividía en lesiones y enfermedades. Cada día, cada país, tenía que informar los detalles de cómo se habían tratado esas lesiones y enfermedades”, cuenta el doctor Dallo en diálogo con El Litoral.

¿Qué fue lo que más te llamó la atención?

En los primeros cuatro o cinco días ya teníamos cinco lesiones ligamentarias y la mayoría era de mujeres. También lesiones de codos y muñecas. Nosotros recabábamos la información y todo eso se está procesando y se va a publicar en la revista que más impacto tiene.

¿Con qué objetivo?

Utilizar esa información para prevención en futuras olimpíadas. Por ejemplo, esta fue la primera olimpíada que se realizó en verano, o mejor dicho con calor, porque casi siempre se hacen en invierno. En la anterior, de 4.000 atletas hubo 400 lesiones y 300 enfermedades. Ahora, esa estadística se superó. Conclusión: hay más lesiones y enfermedades en verano, seguramente por estar al aire libre.

Vos te especializás en lesiones ligamentarias de las rodillas, ¿es normal que se vean más en las mujeres que en los hombres?

Sí, porque las mujeres tienen la pelvis más ancha, las rodillas más chuecas hacia adentro y esa anatomía hace que el ligamento se esfuerce más. También influye lo hormonal. La mujer es un género más débil, tienen menos musculatura y por eso se lesionan con más frecuencia.

Trabajaste con los africanos. ¿Se diferencian físicamente los negros de los blancos y cómo repercute en el ámbito de la medicina?

Depende los deportes. En atletismo, algunos países africanos son superiores. Ellos nacen y corren, como nosotros jugamos en el potrero. Tienen bajo metabolismo muscular, son más resistentes genéticamente. En básquet, el negro se destaca por su rapidez y su salto. En fútbol, la raza blanca tiene más éxito en general, igual que en tenis o natación.

Personalmente, ¿cómo definirías esta experiencia?

Nunca tuve una experiencia en un juego olímpico, fue en Argentina y me sentí como si fuera en Europa. Era todo formal, con seguridad y controles increíbles. Me sorprendió la cantidad de venezolanos que hubo en la fiesta inaugural en el obelisco, el estallido fue increíble y es la muestra de la gran cantidad de venezolanos que hay en Argentina. Respondimos muy bien y eso me produce orgullo.

¿Ves que hay un interés cada vez creciente del COI para proteger la salud de los atletas?

Absolutamente. Ya desde los Juegos Olímpicos de 2004, se examinaron las lesiones en todos los torneos de deportes de equipo y el COI extendió el proyecto a todos los eventos deportivos durante los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing. Todo esto proporciona al mundo deportivo datos invaluables sobre frecuencias de lesiones y enfermedades, factores de riesgo y mecanismos que, a su vez, se utilizan para desarrollar e implementar medidas de prevención y, por lo tanto, crear deportes más seguros para el beneficio de los atletas. Los formularios que utilizamos se confeccionaron en ocho idiomas, en papel y formato electrónico. Y toda la información fue tratada en forma estrictamente confidencial.

Siendo tantas delegaciones y tantos miles de atletas que entrenaban y competían todos los días, ¿se pudieron sacar datos realmente precisos y fidedignos?

Gracias a la colaboración de todos los médicos de cada país y de la organización, los fisioterapeutas y el equipo designado, la calidad de los datos informados en estos Juegos fue excelente. Me vine sorprendido. Te diría que gratamente sorprendido. Argentina demostró estar a la altura de las grandes potencias en ese aspecto. Y pienso que esto del COI es un paso adelante gigante para seguir trabajando científicamente en la prevención.

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