Aproximadamente 200.000 personas sufren lesiones del LCA (ligamento cruzado anterior) en los Estados Unidos cada año.
Menos de un año después de someterse a la reconstrucción del LCA, el ex goleador de Boca Martin Palermo, volvió a jugar en un partido y marco un gol. Otros deporistas como Gabriel Milito necesitan mas de 1 año para volver a actividad competitiva.
¿Cuál de estos escenarios es más cercano a la normalidad? Mejor aún, ¿qué podemos aprender de cada uno?
Aproximadamente 200.000 personas sufren lesiones del LCA (ligamento cruzado anterior) en los Estados Unidos cada año. Los atletas y las personas más activas optan por someterse a la reconstrucción del LCA. El cirujano utiliza tejido de la rodilla para hacer un nuevo ligamento con el fin de estabilizar la rodilla y ayudar al atleta retorno al deporte y el ejercicio.
Históricamente hemos asumido que estas cirugías y los atletas que se someten a ellos les va bien. Una encuesta que preguntò a los médicos de equipo de AFA que porcentaje de jugadores vuelven a jugar, el noventa por ciento de los médicos respondió “90 a 100 por ciento.” Desafortunadamente, los estudios publicados en los últimos años muestran un menor porcentaje.
Un estudio de los jugadores de la NFL ( fùtbol Americano) que se sometieron a la reconstrucción del LCA mostró que sólo el 63 por ciento volvió a jugar en un partido de temporada regular en los 2 años después de la cirugía. Un estudio de la escuela secundaria y los jugadores de fútbol de la universidad, de los EEUU mostró resultados similares, 63% de los jugadores de fútbol de la escuela secundaria y el 69 % de los jugadores de la universidad jugaron dos años después de la cirugía. Sólo el 43 por ciento de ellos había vuelto a los niveles de antes de la lesión.
Por último, un estudio de 2011 de los deportistas de competición en una variedad de deportes mostró que sólo el 33 por ciento de los atletas había regresado a sus deportes en sus niveles anteriores a la lesión 12 meses después de la cirugía.
La re-ruptura después de la cirugía del LCA también parece ser más común de lo que se creía antes. Un artículo del 2013 estima que aproximadamente uno de cada cuatro atletas que vuelve a jugar sufre una segunda lesión en la rodilla. Un estudio realizado por Donald Shelbourne, que desarrolló un programa de rehabilitación acelerado del LCA utilizado hoy en día, mostró que el 17 por ciento de los atletas de 18 años o más jóvenes sufrió una segunda ruptura del LCA en cinco años.
¿Cómo entonces podemos predecir cuándo es apropiado permitir a un atleta que vuelva a jugar después de la cirugía del LCA? ¿Y qué factores pueden indicar si un atleta volverá al mismo nivel de rendimiento?
En los ejemplos de Martin Palermo y Gabriel Milito, con sólo nueve meses o mas de un año , y contando como parametro para juzgar cuando otros jugadores deben volver, nos damos cuenta que cada caso es distinto ya sea por la respuesta biològica del individuo o par las caracteristicas de la lesiòn .El tiempo desde la cirugía no es el factor determinante. Probablemente ni siquiera es tan importante.
El uso del tiempo como criterio para volver a jugar evolucionó a partir de los estudios de la incorporación del injerto de LCA en la rodilla. En las primeras semanas después de la cirugía del LCA, el injerto madura desde un nivel celular y estructural. En esta primera etapa, si la rodilla se somete a fuerzas, visto en los deportes, el injerto probablemente fallará.
Lo que sí parece ser importante es el riguroso proceso en el que el equipo médico trabaja para restaurar la capacidad funcional del control de la rodilla y neuromuscular de la extremidad inferior. Semanas de entrenamiento para los movimientos coordinados como saltos en una y dos piernas, con aterrizaje en superficies irregulares, el equilibrio y la coordinación del trabajo mas el ejercicio pliométrico son críticos.
Fuerza, movimiento y control neuromuscular de la cadera y la rodilla en múltiples planos, y de ambas piernas, todos pueden predecir el riesgo de una nueva lesión. Todos ellos se pueden mejorar con el entrenamiento, sin embargo, este proceso puede tomar tan sólo cuatro meses, pero puede requerir de 12 meses o mas y esto es de vital importancia no sólo para la prevención de lesiones del injerto de LCA o del LCA de la rodilla opuesta.
Este trabajo es crucial para conseguir que el atleta vuelva a jugar en su nivel previo a la lesión. Estos son los criterios que estamos empezando a utilizar.
EL regreso luego de la cirugía de LCA de Martin Palermo fue verdaderamente increíble. Su actuación luego de sólo nueve meses después de la cirugía fue impresionante. Quizás Palermo sirve de modelo para otros atletas después de sus cirugías. El Caso de Gabriel Milito nos muestra que existe la posibilidad de demorar mas la recuperaciòn ya sea por los aspectos individuales, re rupturas o lesiones asociadas en la misma rodilla que detengan la evoluciòn de la recuperación.
6 Comentarios. Dejar nuevo
Hola soy médica española y mi hijo juega a rugby. Me han parecido muy interesantes todos sus artículos. Lastima no estar especializada en medicina del deporte para poder ayudar mas a los chicos. Gracias por su información ya que me ha parecido profesional a la par que instructiva .
Hola Carmen, me alegro que te gusten los artículos. Saludos cordiales desde Argentina
Soy de Capital Federal y quisiera tener una consult a con usted por artrosis de rodilla
Hola Francisco, te puedo ver el 25/08 en capital atiendo en Recoleta. comunicate con mi asistente Agustina al 3426314455 asim coordinan bien el turno.
Saludos